Hasta la próxima amor
Pensaba en sus manos, la que la transportaban a otra galaxia, con un sutil roce revolucionando sus sentidos, haciéndola vivir experiencias.
Sujetando su cintura, sintiendo su respiración, era como volar al infinito, entregándose sin reparos cada atardecer en su oasis de amor.
Nadie entendía su cambio de humor desde meses atrás, era él que la había hecho cambiar, desvelando para ella colores escondidos.
Hasta donde la llevaría esta travesía, se preguntaba a veces, pero su raciocinio terminaba, cuando los labios de él se apoderaban de su boca, estallando chispas de deseo.
De su mano, se dejaba llevar hacia recónditos misterios que se descubrían uno a uno ante sus ojos, con una sola palabra.
- Detén el tiempo, le pedía.
- El tiempo no se detiene, se cautiva en cada parte de tu ser, para que revivas cada segundo cuando lo desees. Contestaba él.
El universo se hacía pequeño, para disfrutar todas las emociones cada atardecer.
En secreto existían, creando capítulos de una historia que se escribe sola, siendo actores improvisados que no saben como acabará.
Hasta la próxima amor...
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