Entre sus besos y sus manos

Se sentaba  a recordar, todos esos tiempos pasados que le sabían a gloria, evadiendo su tristeza de esa manera.

Frente a la ventana invitaba al pasado a entrar de nuevo a su vida, para  hacerla estremecer una vez más.

Como dejar de pensar en esas manos que le descubrieron un mundo que ni imaginaba ni conocía.

La mezcla de su resistencia y la pasión salvaje que él ponía en los pocos minutos que tenían para ellos, intensificaba lo que descubría.

De espaldas a la pared, queriendo evitar esos besos que deseaba como el respirar, mientras sus manos se adentraban a su cintura ... y un poco más.

Intensos momentos que solo eran rotos, por los pasos de alguien que se acercaba, fingir que nada pasaba, tratando de ocultar el rubor y las ropas desarregladas, mientras las piernas seguían temblando.

Los papeles cambiaron, era ella la que le buscaba, intentando tener ese tiempo a solas, para volver a experimentar junto a él, a veces era muy difícil, siempre había mucha gente en su casa, pero se las ingeniaban para los arrebatos de pasión.

Ya no podía estar lejos de sus manos y sus besos, del movimiento de su cintura contra ella, que hacía que le recorriera electricidad por todo su ser, dejándola a merced de sus instintos.

Cada vez el juego se hacía más necesario y con ganas de un poco más, ya ni esperaban a estar solos, para tocarse con disimulo frente a otros.

Un día, cuando todo parecía propicio, sus besos se incrementaron y la pasión los desbordó, la ropa comenzó a caer por el suelo, mientras sus cuerpos temblaban y buscaban encajar, con la respiración acelerada y el corazón agitado, lo intentaban, pero como siempre el destino ... oyeron unos pasos que los dejó petrificados.

¿Ese capítulo también quedaría inconcluso?

 

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