Un, dos, tres
Un segundo bastó,
para que entraras en mi vida,
revolucionándola,
enseñándome,
que significa el amor,
ese incondicional,
sin límites,
puro y a flor de piel.
Dos fechas marcaron,
en mi corazón eventos especiales,
que le roban suspiros a mi alma,
cuando los recuerdos vuelven a ella,
para transportala a ese instante,
en que todo se iluminó,
cuando tus ojos brillaron
al final del salón.
Tres vidas se necesitarían,
para borrar de mi memoria,
todos esos momentos que atesoro,
en cada parte de mí,
donde tu sonrisa sigue siendo
ese faro de luz,
donde mis fantasías se concentran,
haciéndome muy feliz.
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