Encarnizado deseo
Dulce amor,
que se propaga por mi piel,
erizando mis sentidos,
rompiendo mis delirios.
Te deslizas sutilmente,
enajenando mi cordura,
haciéndome volar
con el veneno de tus besos.
Matas mi voluntad,
con caricias dispersas,
en un cuerpo
con ansias de sentir.
¡No te detengas!
devora mis miedos,
tumba mis muros,
aprisioname en ti.
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