Jugando con la pasión
Llegaste a mi vida, como un sueño prohibido cubierto de esperanzas para mi corazón.
Lento y preciso te colaste en mi alma, anidando en ella para resurgir en cada instante de mi soledad.
Calientas mi cuerpo, activas mi piel con las caricias de tus labios carnosos que degustan los placeres que mueren en mi.
Despiertas conmigo cada mañana, buscando una treta que me haga caer en tus brazos llenos de pasión.
Dibujas mis líneas a ojos cerrados, escuchando mi respiración que se entrecorta cuando llegas al punto deseado.
Te amo y te deseo sin condición, sin que esto sea eterno y seguro, solo con la esperanza de volver a sentir tus labios de seda sobre mí.
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