Entrelazados
Cuando caía la noche, en silencio se encontraban cuerpos ansiosos de una nueva historia.
Se perdían en fantasias que hacían correr lava entre sus venas, dejando de lado al mundo exterior.
Entregados vivían en su libertad, haciendo los segundos una eternidad que les hacia vibrar un poco más allá.
Perfectos instantes de una realidad que les hacía girar al ritmo de su necesidad palpable e intensa de poderse amar.
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