Preámbulo de un adiós!
Comienza el final de nuestra historia, todo se desvanece sin dejar heridas, albores de que la venda se ha caído de mi mano, donde aguardaba para ser utilizada, sobre ojos ciegos de amor.
Y no duele, es como una doble liberación terminar de desplegar esas alas que ansían volar sin cadenas que aprisionen su corazón, sin mirar atrás solo aprender una nueva lección.
El llanto se detuvo cosa mala, ahora la indiferencia hace su aparición y con ello comienzan a morir esos sentimientos, deseos y pasiones que ayer me volvían loca de un placer sin igual.
Recuerdos que perduran, historia conclusa, desliz que se presenta con ocasiones donde todo se una y luego se olvide, pasando página de un capítulo que jamás se escribirá de un libro invisible.
Otra vez un demoledor escrito, que transmite dolor...un dolor lacerante, cuando horas atrás tus palabras emocionaban por su fuerza y simpatía... un sentimiento de que el lector es el causante de ese vacío, una sensación de abandono irreversible.
ResponderEliminarEse lector, aprendiz de tu sabiduría literaria, NO ENTIENDE NADA.Cree que fue correcto y a la vez no sabe quien o qué causa tanto dolor.
Y todo ello, mientras tu lector percibe que tienes en tu interior algo único que te hace digna de una felicidad absoluta...¿Por qué tanta dureza?
Alguna vez, te encuentras con situaciones en la vida, que marcan y gritas en silencio, para poder desahogar de alguna manera lo que aprieta tu garganta y corazón.
ResponderEliminarMuchas gracias, por comentar y tus palabras.