En soledad ... deseándote

Días interminables, 
lentas las horas, 
roban suspiros de soledad, 
para tener que empezar.

Avanza con mutismo
erizando la piel
intentando recobrar
un poco de serenidad.

Sueña con poder
extender su mano
recorrer ese cuerpo
que se vuelve ajeno.

Pero aún faltan
esos minutos
que permitirán
volver a vibrar.

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