Sicalipsis
En el límite de la realidad se encuentran ahora las almas, que desbocadas quieren vivir sin que les importe nada.
Se dejan llevar por las aguas bravías de los deseos sin control, que dominan sus sentidos con miradas furtivas.
Desencadenan sismos de pasiones que destruyen la razón y dejan expuesto el corazón al descontrol.
Sumergidos en la lujuria, completando círculos de obsesiones que se agolpan en una piel ardiente.
Ávidos de desentrañar todos esos misterios que en cada beso se revelan, creando la necesidad de más.
Huellas que dibujan la fragancia que se cuela por los poros, hipnotizando las fantasías y disparando el éxtasis.
Cuerpos acoplados entre cuatro paredes que se vuelven el sitio ideal para el desenfreno total, donde caen al abismo del erotismo.
Entregados, dándoselo todo, abriendo los caminos inescrutados, esos mismos que les dirigen a la perdición, poseyéndolos con la droga del frenesí.
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