Gotas de desconsuelo
Honda cicatriz
en un cuerpo
lleno de temores,
ahora ya vacío.
Ya no existe el recelo
solo la oportunidad
de salir indemne,
sin miras atrás.
Segundos que no avanzan,
tiempo que se acaba,
destino que se ríe
en mi propia cara.
Pero sigue la sonrisa,
suspiros robados
y recuerdos grabados,
en una piel ahora marchita.
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