Bendita tu luz
Tengo una repentina ceguera
pues la luz de mis ojos
no está conmigo
eres tú, el que da el brillo
a mis pupilas y mi existencia
A través de tí, veo
con una perspectiva distinta
todo lo que me rodea
Ahora, estoy a oscuras
recordando
el dinamismo de tus luceros
La oscuridad
se verá pronto abandonada
cuando otra vez
tu retina y la mía
coincidan en el tiempo.
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