Recuperando la serenidad
La tormenta se desató
arrasó con la poca fuerza
que mi alma mantenía,
empezando la agonía.
Casi en un hilo
estuvo a punto de huir
con un grito cerrando,
dejar todo atrás.
En medio de esa desolación
un rayo de tranquilidad
cruzó su corazón,
sosegando sus instintos.
Todo siguió su curso
pero ella recordaba
lo que le robó una sonrisa,
y pudo finalizar.
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