Ilusiones de amor
Tumbada con una humeante taza de café, esperaba pacientemente ese sonido que le despertara de su letargo.
El frío se colaba muy dentro de sus huesos, pero su alma se calentaba con el recuerdo de su sonrisa, que le enamorada.
De pronto, sonó el timbre de su puerta, casi sin desearlo, se acercó al telefonillo:
- ¿Quién?
- ¡Nooo!
Su corazón dió un vuelco, iluminándose su cara y pronto frente a ella, quien le robaba el aliento, con un beso intenso la saludó.
Deteniéndose el tiempo, para crear nuevos recuerdos.
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