Dejar libre la imaginación para escribir lo que a veces tenemos miedo de hacer.
Todo acabó en un instante
sin motivos aparentes,
todo se rompió
dentro de tí.
Atónita divagaste
cada segundo
de esas 24 horas,
desde donde partiste.
Pero a pesar de ello
cicatrizaste las heridas
en veintiún días,
dejando todo atrás.
Ahora recompones
esa existencia
que parece vacía
pero te llena de fe.
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