Lo que la escritura logra

Enamorada, de esos ojos que lograron traspasar los límites de mis miedos. De esas caricias, que se convirtieron en la mejor medicina para sanar mi alma herida. De palabras, que alentaron mi espíritu cuando quebrantado estaba en el desasosiego.   De besos, que se convirtieron en un manuscrito de amor tatuado en mi piel.   

 Y  resulta ahora, que nada era cierto, que la imaginación voló mucho más alto que la realidad. Nada de lo pensado ... fue desconcierto total por que una culpa recorre la piel mientras que duele aún más lo poco que sabe.   ¿Se quieren? pero la decisión tomada les separa aún más que la misma distancia ¿no es posible luchar contra la adversidad naciente?   ¿Es en serio?  o es otro juego macabro de ese destino que no se cansa hacer rodar lágrimas en seres que se aman.  

Comienza a doler menos, eso que se hizo invisible hace meses atrás, sin que nada pudiese hacer. Mueren lentamente las horas, los días como los recuerdos que también se desvanecen. Las caricias se sienten menos extrañar un calor un aroma, pareciera ... que nunca existió. Ya no hay huellas de besos que ardientes alguna vez quemaron una piel asiosa  de un querer.  

 Querido corazón!! Llega la hora de comenzar hablar claro ... ¿nunca te cansarás? o ¿por fin entendiste cómo funciona todo esto? Tienes que comenzar a entender, que no todo sale como creamos en nuestro mundo de fantasía... nos conocemos!! y sabes de lo que hablo. Podrás decidir entregarte como si no existiera un mañana, con toda esa fuerza y pureza que sueles tener cuando se cuelan muy dentro de tí. Admirable es y si es lo que deseas ... hazlo; pero de la misma maner, sé capaz de soltar las amarras cuando al final no sale como esperas, para que tus heridas cicatricen los más pronto posible, sin vestigios en tu rostro, que pasan la mayor factura. Si por otro lado, decides cerrar y congelar todo lo que puedes entregar, volverte frío y sin que nada puede acceder a ese recinto de amor... adelante ... también es entendible. No es que nos hay ido bien ... ni tan mal, siempre que hablamos y nos entendemos, para saber ambos que camino recorrer juntos, por que al final, siempre seremos noso...

Corazón que tu ritmo aceleras llevas mi vida al límite de lo impensable donde descubres ante mí millones de maneras de ser feliz. Recordar ese rayo de sol que calienta el rostro y el alma destando muy dentro de mí esos miedos que frenan mi avance. Esa brisa que suave eriza mi piel haciéndome vibrar por que sigo viva a pesar que a veces lo olvide y mi ánimo decaiga. Respirar con cada amanecer sonreír al ver ese detalle que se convierte en el aliciente de que todo puede mejorar.  

Intentas cubrir mi alma con tu delicado manto, permíteme liberar la tortura de los sentimientos y si no lo logro seré tuya para la eternidad.  

Ella siempre lo supo su cabeza lo negó y su corazón se enlenteció. Mínimos detalles desprendían esa luz radiante que la atraía. Y cuando colisionaron los besos ya perdida estaba. Despertó del letargo de años de abandono que apergaminaba su esencia.  

Anocheció, una estrella fugaz se coló en mi mirada, todo vuelve a empezar. Erizó mi piel me hizo sentir viva recordar como si fuera ayer. Una lágrima cayó dibujó una sonrisa creando en mi ser un nuevo amanecer. Grité en silencio todo lo que mi corazón guarda con recelo para renacer.  

Últimos instantes de lo que pudo ser y no ha sido nunca, volver a caer. Se acaba el tiempo ese que dice tener esperanza, pero ésta muere de hastío. Finaliza un capítulo donde todo fué ficción en una realidad, que duele. Concluye con "gloria" una vez más el odioso destino, que se volvió a cruzar.  

 ¿Dónde estás? ¿Piensas alguna vez en ella? ¿Se cuela entre tus sueños como antes? ¿Sabes como está , verdad? Ella solo buscaba ese motivo que la dejara seguir sin dramas ni obligaciones. Pero el tiempo pondrá esa distancia, hasta que por fin preparada esté. Donde encontrar esos intensos ojos  no la hagan  volver a caer.  

Cerré los ojos me dejé llevar por el tacto de tus manos. Respiré profundo cuando tus labios rozaron mi piel . Se escapó un suspiro cuando susurraste a mi oído... esto solo es el comienzo. Mi cuerpo se estremeció sintiéndose atrapado entre tu calor y ese aroma embriagador.  

Me perdí en el contorno de su cintura devoré su anatomía sin tocarla , si quiera. Escribí versos invisibles en ese torso que sedujo mis ojos. Y en el abismo de su mirada me sumergí encontrando el deseo. Entre sus muslo el maná de mi placer que controló todos mis instintos.  

Ató mis manos mientras desataba mi mente haciendo de mi cuerpo un lienzo ardiente de pasión y deseo. Me sumergí entre su lujuría que embriagó mis sentidos dejando que docilmente entregara mi esencia a su boca y su ser.  

Latía desesperado ese sentimiento en la piel desatando lujuría y placer... tan fuerte era que despertaba besos y caricias prohibidas que a escondidas dormían.  

Desde muy dentro de mí tu esencia se convierte en ese dulce veneno que recorre mis venas. Me dejo llevar  por lo que despiertas haciendo de mis días eterno placer. Sigiloso me seduces esperando ese detalle que te haga avanzar hasta mi alma. Todo se olvida solo somos "nosotros" creando una nueva  historia de deseo.  

Todo acabó en un instante sin motivos aparentes, todo se rompió dentro de tí. Atónita divagaste cada segundo  de esas 24 horas, desde donde partiste. Pero a pesar de ello cicatrizaste las heridas en veintiún días, dejando todo atrás. Ahora recompones esa existencia que parece vacía pero te llena de fe.    

Pasarán los años existirá la distancia el silencio responderá, pero ... siempre habrá algo. Las heridas cicatrizarán los recuerdos no doleran la piel no te extrañará, pero ... siempre habrá algo. Cambiarán de dueño las caricias ardientes y los besos prohibidos, pero ... siempre habrá algo. Los caminos divergentes sin encuentros evidentes separados en la latitud, pero ... siempre habrá algo.  

Grita en silencio ese nombre que prohibido será. Siente el aroma de ese perfume que se coló muy dentro de tí. Revive esas caricias que tatuadas en tu piel te hacen vibrar. Decide regresar a ese lugar donde te enseñaron amar.  

Un beso desató el furor en mi sangre sabiendo que serías siempre mío. Hacer de nuestra piel un solo lienzo donde escribir historias de amor. Soñar en la imposible para realizar fantasías que dejarán atrás ese pudor. Dibujar sonrisas ser realmente felices con pequeños detalles que suepieran a todo.  

Dibujaste en mi piel ese deseo que cubrió heridas del pasado, haciéndome feliz. Dejaste que mi alma sanara junto a tus besos, abriendo mis instintos cerrando mis miedos. Depositaste caricias como ardientes recuerdos aunque no estés  junto a mí. Detuviste el tiempo volviéndome parte importante de todo tu calor.   

Tras ese tupido velo intuyo ese cuerpo que me hace enloquecer, sin tocarme siquiera. Mi piel ansiosa espera que sus manos se posen dibujando mi anatomía y saciando mis deseos. Se agita la respiración el pulso se acelera un suspiro se escapa, por fin te acercas a mí. Vibro, me inquieto reteniendo en mis sentidos eso que se escapa a la mirada, pero vuelvo a despertar ... y no estás.  

Corrí en contra del amor esquivando sus flechas, el insistente, logró colarse lentamente. Buscó ese resquicio donde mi voluntad flaqueaba para cobijarse en mí. Decidió hacerme sentir todo aquello que olvidado estaba, para hacerme feliz. Vólatil, efímero como siempre se volvió y sin razón, un día me abandonó.  

Miro de soslayo hacia atrás ... no espero encontrarte. Me turbo la idea de que algo pudo quedar ... No importa, el tiempo dará la razón a quién la tenga. Ahora solo es un recuerdo que se difumina entre suspiros.  

Buscaba respuestas en el viento que mecia mi cabello. Insistente miraba al vacío intentando comprender. Extendía  mis manos pretendiendo sentir. Solo encontré, ese silencio que se coló hasta mis huesos.  

Decide mi presencia ante tu alma al descubierto para mí. Roza mi esencia con tus palabras que sepan al más cortés sentimiento. Desata mi deseo con miradas de fuego que enciendan mi ser. Reprime mis miedos con esos besos llenos de lujuría que te entregan mi vida.  

Corazón viajero que me llevaste a descubrir recónditos parajes. Hiciste que respirar tomara un nuevo sentido en una vida que parecía perdida. Donde ese calor fue más que una sensación secundaria de un cuerpo desamparado. Resistir los embistes de los días grises que se apoderaban de mi frágil cordura. Encontrar en un solo ser la explicación a mis sueños.  

Corazón que curaste mis heridas dando a mi vida felicidad con los pequeños detalles que tu mirada ofrecía. Creaste un mundo mejor donde poder abrir mis alas despegando mi vuelo, sin miedo a volar.   Conquistaste mis sentidos con palabras de aliento que calmaron mis ansias y el desamor.   Cada instante compartido entre distancia y tiempo se ha convertido en el camino a seguir.    

Eres el que me brindó esa luz en mis eternos días grises. El que calmó mis ansias con palabras de aliento. Quien insufló oxígeno a un alma que agonizaba. Desataste mis alas permitiéndome alzar el vuelo hacia la felicidad. Te convertiste  en todo dándome segundos de eternidad.  

Complicado entender ese sentimiento que te empuja a seguir a pesar, de que sabes, que tu rumbo debes cambiar. Y si lo haces ¿llegarás a ser feliz? o ¿encontrarás lo que buscas?   Todo es incertidumbre, posiblemente lo consigas o no. Entonces, ¿para qué cambiar de rumbo, si no sabes lo que te espera? . Es mejor "lo viejo conocido, que lo nuevo por conocer".   Decisión de "no valientes", podría ser ... quien sabe. Pero si continúas en ese rumbo ¿hasta dónde serás capaz de llegar o esperar? Porque algún límite habrá ¡supongo!   Quizás, eso lo decida el mismo tonto corazón que quiere estar ahí, imagino que poco a poco entrará en razón y habrá un día que al despertar, todo lo vea de otra manera y decida "apartarse", sencillamente.   Cada uno a su ritmo, con sus propias técnicas de saber afrontar cada capítulo que la vida le ofrece, buenos y malos, pero al final ... eso es la vida, salir vencedor, podrás alguna vez y otras toque perder.  

Otra vez, volver a sentir reírme entre mis sábanas y tu cuerpo donde los rayos de sol se reflejaban en tu espalda. Disfrutar en silencio perdiéndome en la profundidad de esa mirada que intensa me sonroja, siempre. Conseguir colarme en tus pensamientos haciendo latir rápidamente ese corazón que me encanta sentir. Volver a ser cómplices en cada atardecer hasta que llegue el amanecer sin que el mundo nos pueda detener.  

Esa mirada, que iluminó ese sendero de soledad. Palabras, que animaron a seguir por mis sueños. Abrazos, que reconfortaron cuando lágrimas inundaban el rostro. Esa persona, que estuvo ahí sin estar jamás pero me complementó.