Dislate
Me entrego a tus caricias
deslizate suavemente entre mis sueños
roba todo aquello que a tu merced queda
para luego volar sin dejar resquicio de dolor.
Sin mirar atrás
como un vendaval azotas todo
dejando esas gotas de amor
que embriagaran mis recuerdos.
Libres sin pensar
entregados al placer
de podernos tener
sin desfallecer.
No existe un ¡adiós!
probablemente un ¡hasta luego!
pero en el corazón la convicción
de volver amanecer.
Siempre amanece...!
ResponderEliminarY siempre queda la iluisón y emoción.
EliminarMejor, un hasta luego...!
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