Brote de seducción
Como abejas acuden
a esos pistilos que seducen
moviendo sus estambres
para atraer su atención.
Les pierde esa ansia
de un néctar que hechiza
al posarse en sus lenguas,
una minúscula gota.
Abren sus alas
acaparan con suavidad
ese centro de donde mana
todo aquello que los hipnotiza.
Se dejan atrapar
por ese estigma meloso
que les incita a intentar
polinizar con su androceo.
Es delicioso y estado dotado de la sutileza del fino erotismo...
ResponderEliminarMuchas gracias.
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