¡Dime adiós!
Dije que te amo, y lo sigo haciendo a pesar de la distancia, tiempo, silencio, aún en contra de la misma razón.
No sé hasta cuando te amaré, pero no quiere decir que no pueda existir un adiós, a pesar de que mi alma se quiebre.
He querido que seamos eternos, pero la única eternidad que obtengo es la soledad, sólo existo entre cuatro paredes y luego me esfumo.
Es sencillo hacerlo, no importa lo que pase, de eso me encargo yo, da ese paso y los siguientes serán los míos.
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