Prometo atarme a tu boca
deslizarme entre tus piernas
recorrerte lentamente
hasta hacerte volar.
Prometo atarme a tus palabras
como dulce veneno
recorriendo mis venas ardientes
de ese deseo y pasión que liberas.
Prometo atarme a tu mirada
como faro de mi vida
que parpadea
para atracar en tu piel.
Prometo amarte con locura
con todas las fibras de mi ser
que laten día y noche
por cada caricia de tus manos.
Te prometo... ser tuya por siempre,
simplemente ... te prometo.
Uffff...como cada día, nos ofreces un lenguaje hermoso y contundente, que abrasa y quema por dentro como un atóxico veneno.
ResponderEliminarSólo es necesario imaginarlo e ingerirlo, para saber que... ¡el cielo EXISTE!...que no es invención de sotanas.
Gracias por tus palabras
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