Sin rencor ni dolor

A pesar de que me siento vacía, vuelo en libertad, sintiendo que el tiempo corre a mi favor y dejándome fluir.

Palabras que aún resuenan a un adiós, pero no duelen, desatan mis cadenas que aún inexistentes me aprisionaban.

Un nuevo mundo se abre, expectativas que cambian, sueños no forjados que incrementan la esperanza de volver a ser feliz.

Soltamos las amarras y nos lanzamos a la mar, esperando que el vaivén de las olas nos lleven al mismo lugar y si los caminos separan, no dejaremos de brillar.