Seguir
Desiertas las calles
me invitan a recorrerlas
embriagándome con su silencio
que se cuela en mis poros.
Me dejo llevar
por pasos absortos
que no tienen prisa por llegar
hacia ningún lugar.
Deslizándose sobre los recuerdos
se empecinan en abandonar
todo los miedos en alguna esquina
para olvidar lo que será.
Mientras los primeros rayos
iluminan un rostro vacío
que intenta sonreír
Comentarios
Publicar un comentario