Sobreviviendo a la desdicha
Recorriendo las calles de la desolación me encuentro ahora que ya no estás, designios del infortunio que se unen en la calamidad para zambullirme en la adversidad.
Miedos se abalanzan sobre mi piel acechando mi cordura para que me entregue a ellos y deje de buscar esa luz que guíe mi camino hacia donde estas tú.
Destellos de esperanza espero encontrar en todo aquello que me haga recordar donde tus pasos te han podido llevar.
Se que no olvidas mis besos ni el tacto de mi ser pero hay algo mas allá de lo entendible que te aleja de aquí.
Volveremos a encontrarnos muy pronto cerca de ese lugar que fue el primer refugio donde el amor surgió.
No decaigas por favor! que esto es un gran amor.
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