En busca del epíteto II

Irremediablemente el tiempo pasa para todos y la evolución continúo, no con los resultados esperados, pues parecían más desesperadas acciones donde una mezcla de timidez y libertad siendo un cóctel casi explosivo.

Cándida criatura que vagabas por el mundo, pensando en que todo estaba de tu parte, te considerabas estratega de las situaciones más imposibles.

Fuiste moldeando una imagen para todo aquel que se acercaba a ti, esperando ansiosa que calentaran tu corazón y no solo tus oídos, pero la fantasía siempre estaba a tu lado, nada era real.

Cicatrices marcaron tu piel, donde desahogabas tus lágrimas con el filo de una sutil hoja que cortaba la piel haciendo que cada lágrima derramada fuera la última, pero eso repetía una y otra vez.

Llegaste abrir el libro de tus secretos ante ojos insensatos que al final de cada capítulo solo quedaba la soledad.

Un halo de tenue luz, cruzó tus pupilas donde tu armadura cayó y el témpano se esfumó, los años siguen pasando y como la primera vez sigue inamovible ese recuerdo que te dice que se puede ser feliz sin abandonar tu personalidad.

Aunque era real, para ti siempre sería un imposible deseo.

Toda una década y al final nada cambió.



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