En busca del epíteto III
Pero como "no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista", llegó la madurez, esa donde empezaste a creer que las piezas iban encajando poco a poco aún sin quererlo, esa donde tu vida se centró en un buscar un futuro juntos, ser felices.
Un cuento inició, todo pareció ideal y perfecto, las cosas se iban dando y una dicha enorme no cabía en tu pecho, los años pasaban y parecía eterno.
Sin embargo un día, hizo su aparición ese inesperado ser ... "tu pasado" volviendo las dudas y pensamientos que antes podías controlar, se desataron tempestades de acciones que daban vuelta en tu cabeza ... comenzaste a caer.
Ibas esquivando los obstáculos como podías, sin avanzar del todo al lado oscuro pero sabías que tarde o temprano pasaría, ni como ni cuando ni quien, pero lo sabías.
Y lo evitable pasó... retrocediste un lustro y dejaste escapar lo que querías controlar, tanto que un error mayor cometiste donde todo tu historia parecía mentira y por las noches tu conciencia carcome tus sentidos pidiéndote una explicación una y otra vez sin lograr acallarla.
Aquí estamos de nuevo, como al principio, buscando quien eres ... has pasado por tantas etapas, epítetos que no sabes con cual quedarte, pero no sería mejor que en lugar de preguntarte quien eres ahora, te preguntes:
¿ Quién quieres ser?
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