Tatuaste en mi espalda
ardientes caricias
que despertaron
mis fuegos internos
haciéndome renacer
del letargo
en el que vivía,
desataste con un beso
depositado en mi hombro
emociones lujuriosas
donde nuestras miradas
se encontraron
y gritaban con éxtasis
lo que estaba sintiendo,
como un preámbulo
a un camino que recorrer
juntos
sin ataduras
con felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario