Privilegio

Pensaba que todo lo tenía claro, que ese potro desbocado anidado en su pecho, lo podía controlar.

Que sus alas podría atar, ante la magnificencia de su deseo, para evitar que cayera sin piedad.

Pero el muy esquivo, sus razones ignoró, para seguir en lo alto de un sueño que sabía podría tocar.

Con paciencia sobre una nube esperó, ese instante que todo cambió y extendiendo sus alas, hacia ese instante planeó.

Y así colarse pudo, entre las fibras del amor, que nunca desechó y por fin su lugar ocupó.

 


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