A punto de renunciar
Estuve enredada
entre sueños imposibles
donde cada amanecer
parecía otro día perdido.
Libraba batallas
a punto de claudicar
pues nada tenía
sentido alguno.
Y cuando más hundida
me encontraba
entre puertas cerradas
y ventanas vedadas.
Apareció la luz
de esa mirada
y la calma
de esa sonrisa.
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