Y entonces, llegó
Intenté detener mi vuelo
invernando en un témpano
para no sentir
lo que no me hacía latir.
Me perdí en la oscuridad
de esos días
donde el sol radiante
podía cegar.
Creí que todo
había acabado
cuando mis manos
dejaron de sentir.
Y cuando todo
parecía acabar
"algo" muy dentro
volvió a surgir.
Eso que me ha dado
el motor a mis sueños
haciéndome ver
colores en mi oscuridad.
Parece haber un corazón reanimado... bienvenido a la vida!
ResponderEliminarSin duda alguna
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