Abriendo los ojos
Seguía de pié, sin vida en la puerta.
Él se despidió de ella, que pasó a su lado sin darse cuenta de nada. Caminó hacia ella.
- ¿Hablamos?
Ella no pronunció palabra se ahogaban en su garganta, ademas trataba por todos los medios que sus ojos no se humedecieran.
Se sentó junto a la ventana, él la siguió.
El camarero la reconoció y dijo:
- Hoy has cambiado de lugar!! lo de siempre verdad?
Ella intentando esbozar una sonrisa, asintió con la cabeza.
- Usted que tomará?
- Un café solo, por favor.
- Vienes a menudo aquí?, quiso saber
Ella seguía sin responder, solo le miraba.
- Déjame que te explique, es difícil hacerlo, no sin reconocer lo mal que me he portado mintiéndote. Por que recuerdo todo lo que te he dicho, mis respuestas a tus preguntas, mis excusas, mis ausencias, todo. Cuando te conocí y comenzamos a llevarnos tan bien, poco a poco quería más, necesitaba más de tí, las cosas iban muy bien, estaba feliz contigo. Pero meses antes de nuestra primera cita, yo estaba con ella "conociéndonos", que dejé a un lado por nosotros, pero no del todo y estas últimas semanas hemos quedado un poco más y aqui estamos.
Un silencio se hizo, pareció eterno, aunque fueron unos segundos.
- Has terminado? preguntó ella
- Si.
- Sólo te pedí que no me mintieras, nada más, ni tiempo, ni cosas, ni compromisos, sólo que no me mintieras. Sabías, que es lo que todos habían hecho conmigo, y no quería volverme a sentir así, así como me siento ahora.
- Lo sé, pero no supe que hacer.
- Ella dió un sorbo a su café. Al levantarse, dijo: se feliz, es lo único que quería para tí, que fueras feliz ... conmigo.
Salió del café , despacio sin volver la mirada.
Vuelve la tristeza... pero todo volverá a ser como quieres
ResponderEliminarElla siempre ha perdido, esta vez creía que no, pero al final la realidad se impuso.
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