Sin dudar

Cada día una nueva experiencia que envuelve mi cuerpo en un éxtasis de paz y felicidad, donde todo se puede predecir.

Salir a la calle, recibir los primeros rayos de sol y el viento jugando con mi cabellera, sintiendo que vuelo junto a él.

Mis pasos ligeros parecen levitar en una bruma cerrada de seguridad y amor, conduciendo mi vida hacia la esperanza.

Metas por cumplir, con entusiasmo y dedicación, con cada granito que deposito en esa tierra que fértil se entrega a mi.

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