Aprendiendo a vivir
Nada detiene el vendaval de ilusiones que se crean entre sueños y realidad, prometiendo felicidad, aunque no sea para la eternidad.
Solo es dejarse llevar ante ese destino que te empuja, haciéndote descubrir cada segundo una nueva manera de sonreír.
Controlar solo el ritmo de tus movimientos , sin que nada importe y cada cosa que realices te llene de expectativas.
Vivir con el presente, dejar que el futuro suceda sin pensar y decir adiós a un pasado que solo ha servido para aprender.
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