Atemporal

No espero ni al tiempo,
lo que deba llegar vendrá
como soplo renovado,
remanso de paz.

Descubriré algún día
lo que se esconde
ante mis ojos cegados,
inocentes de amor.

Pueda que viaje sola
por caminos floridos
donde se guarden sorpresas
para un corazón  desatendido.

Y cuando al final del destino
de un trayecto improvisado,
aparezca ese faro
que se llama libertad.

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