De pronto el silencio inundó la estancia, se esfumó todo. Una silueta se dibuja en un rincón, cabeza entre las manos, una copa vacía y un disco que gira sin cesar. Papeles por el suelo, alguna fotografía con labios marcados y un boleto solo de ida. Frente a ella, se detiene, el aire parecía denso, sentía la necesidad de abrir la ventana, que la luz volviera a su vida ... pero quedó petrificado sin decir nada. Ella le mira fijamente, le recorre de arriba abajo, un suspiro cerrando los ojos y se pierde de nuevo en sus pensamientos. Ninguno parece saber, que decir en ese momento. Ella recoge su cabello, mientras toma la copa los papeles y demás, se dirige al toca disco, deteniendo su ritmo. Deja todo con cuidado sobre la mesa y con casi un susurro dice: "Tú decides". Mientras se desliza hacia la habitación, desnudando su cuerpo.