Misivas desordenadas IV

6

Me he propuesto no preguntar lo que no quiero saber o lo que no estoy preparada para afrontar.

Decido no sufrir por lo que pueda pasar, pues ya no dolerá.

Intento no pensar, si al final, a mis brazos llegará.

El mundo sigue y yo con él, esperando que todo se alinee y me muestre su bondad.

Detener un corazón que acelerado vuela en busca de abrazos que le consuelen.

7

Otra vez la calma, esa que me inunda tras la tempestad de deseos reprimidos.

Tan sencillas palabras bastan para frenar ese frenesí que ahora navega sosegado por las venas ardientes de deseos.

No sé cuando te tendré o si eso vuelva hacer posible, el tiempo avanza y no se en que corriente navegamos y no sé si las promesas se pierdan en la inmensidad del destino.