En la penumbra
En el silencio de la noche se perdían los pasos ligeros al encuentro de labios, que ardientes, esperan en la penumbra.
Una mano que tira hacia la felicidad, mientras recorren la geografía explorada ya tantas veces, pero sigue siendo excitante placer.
No hay palabras que describan tan intenso momento, donde los pechos acelerados y la respiración jadeante hace presa de almas pasionales.
Se desata el frenesí, "eso" que no se explica, solo se siente y recorre de arriba abajo, pieles donde afloran fantasías censuradas.
Ignorando al mundo se entregan, como si fuese la última vez que el roce de sus instintos, se diera.
Apasionados, entregados a lo que sienten, un deseo puro e intenso que los lleva a los límites de la imaginación.
Tal vez una voz, unos pasos, los devuelven a la realidad, pero las manos entrelazadas son difíciles de separar ... hasta la próxima vez.
Rostros de felicidad con cómplices miradas que se vuelven caricias que erizan de nuevo esas espaldas que recuerdan momentos.
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