Misivas desordenadas XI

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Se acorta la espera crecen las ansias y se dispara la imaginación, no se que ocurra ni que padezca, pero mi corazón late rompiendo los esquemas.

Si tus besos no me mienten, si tus ojos se declaran, que importan las palabras vacías que arremeten.

21

Vuelta a la rutina que tanto ansío, que inunda mis días oscuros y vacíos, donde ese rayo de luz proviene de tu sonrisa, de esos ojos que me miran con especial deseo.

Todo vuelve a su cauce donde se inicia una pasión desbordante que cubre mi cuerpo de caricias deseadas.

Besos ardientes en una piel que espera perder sus detalles con caricias prohibidas.

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