Se acabó
Se acabó el tiempo de soñar,
comienza el de vivir,
donde desatar la melena,
dejarse llevar por la corriente.
Se acabaron los miedos
que ataban las alas
de un alma libre
atrapada en ellos.
Se acabó no sentir,
es hora de vibrar
con los rayos de sol
y el roce de la seda.
Se acabaron las pautas
que regían una vida sin vida,
solo queda hoy
desatar las madejas prohibidas.
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