Liberaste mi alma
Se acabaron los fantasmas,
que rondaban mi corazón,
todos esos que dominaban
mi escasa cordura.
Los miedos se borraron,
cuando tu sonrisa,
entro una mañana
en mi vida.
Apareciste,
como aire renovado,
dandome esperanzas,
de volver a sentir.
Tus besos curaron,
heridas pasadas,
que marcaron
una triste existencia.
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