Una velada contigo
Comienza la fiesta de tu cuerpo
embriagando al que se pierde en tu cintura
al ritmo que tus caderas marcan
sin perder la soltura
Eclipsando a la luna
te deslizas en la pista
de miradas que te comen
como ardiente deseo
Hechizos al aire
con tu perfume rondando
desmontando voluntades
de mantenerte alejada
Pero tus ojos hipnotizan
los corazones débiles
que inclemente caen
a la sombra de tu cuerpo.
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