El chico de la habitación 209 III
Desde la última vez que habían hablado, Marcos decidió tomarse unas vacaciones ...
- Hola! Adele, vengo a despedirme, me voy unos días, nos vemos al regreso
- Ok, que tengas buen viaje. estás bien? te noto diferente
- No pasa nada, solo es cansancio, por eso me voy
- Cuídate mucho y escribe cuando puedas
Marcos salió de su habitación y cogió un taxi.
Pasaban las semanas y Adele no tenía mensajes, de pronto una mañana recibió uno "estoy bien", ella muy animada le escribió miles de preguntas acerca de su estancia, pero no obtuvo respuestas.
Tras mes y medio de ausencia, Adele volvía hacer esa solitaria persona, sumisa a todos, su corazón añoraba a Marcos y se descubría pensando y sollozando por él, mirándose al espejo.
Cada vez que sonaba el teléfono ansiaba que fuera mensajes de Marcos, pero el tiempo avanzaba y no tenía noticias. Ella no lo quería importunar, por eso ya no le escribía.
Adele, cada vez se daba más cuenta del amor que por Marcos iba surgiendo, soñaba con él, no comía esperando su regreso y ya casi estaba resignada a que no volvería, pues ni su prima sabía nada de él.
Tres meses después, cuando ella salía cabizbaja hacia su trabajo, tropieza con Marcos en el umbral de la puerta
- Has vuelto! casi gritó, corriendo a sus brazos
- Si!!, el hijo pródigo regresa y tenemos mucho de que hablar
- Por supuesto, nos vemos a la misma hora y nos ponemos al día
- OK, tengo una noticia que darte
- Perfecto y yo otra, un beso y nos vemos en la noche.
Ese encuentro le devolvió la vida, levantó su mirada, su rostro se iluminó y con pasos firmes se dirigió a su trabajo.
Estando ahí las horas se le hacían eternas, quería volver a casa y hablar con Marcos de estos tres meses.
Cuando dieron las 7, salió corriendo, subió como un relámpago a su habitación, se arregló un poco, para esperar que Marcos llamara a su puerta.
A las 9, ese sonido hizo que su corazón palpitara aceleradamente, con una voz apagada, pudo articular
- Pasa adelante
- Gracias, que bien te veo
- Tu también estás muy bien, te han caído excelentemente estos 3 meses, pero te has olvidado de mi, no escribías
- Si, tengo que pedirte perdón por eso, pero luego que te cuente comprenderás
- Adelante entonces, estoy ansiosa de saber tus novedades
- Al principio me fui, para aclararme en temas que ahora no vienen al caso, pensaba estar fuera solo quince días y un día antes de marcharme, en una fiesta con mis amigos, me presentaron una chica genial. Me acordé de tus consejos y decidí seguirlos y gran resultado
Al oír esto, Adele se puso pálida y sentía como en su pecho su corazón se rompía
- Marcos, no se percató, seguía hablando de lo maravillosa que era, además ella se iba unos meses fuera y me invitó a ir con ella, así que me aventuré a ir y en ese viaje nos enamoramos, tanto así que estamos comprometidos para casarnos
Adele sintió hundirse en el mar del ártico, que cortaba a jirones su piel y su alma, todas ilusiones se congelaron con esa noticia
- Estás bien? te veo pálida, preguntó Marcos
- Ella titubeando, si, me parece genial, ahora entiendo tu silencio en todo este tiempo, espero conocerla pronto
- Mañana pasará por mi, si quieres le digo que suba y te la presento
- Esta bien, ya sabes que aquí estaré...
- Bueno te dejo, quiero ver a mi prima y contarle, ya sabes que siempre eres la primera
Cuando Marcos salió, Adele tomó su bolso y salió calle abajo, entro al bar donde Marcos tres meses atrás había ahogado sus penas, pidió algo mientras pensaba
"quien me manda a mi a dar consejos de amor".
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