Un futuro

Han pasado los años, volvemos hacer amigos; nos sentamos en un café hablando de todo, sin escondernos, sin miedos, sin rencores.

No podemos quejarnos, la vida nos llevó por distintos destinos y de ello aprendimos, además de crecer cada uno a su manera.

¿Ya no late nada? simplemente rememoramos un pasado muy lejano, ese que en su día nos hizo daño que padecimos de forma distinta.

Posiblemente uno de los dos perdió más o ganó, según se vea, pero ya eso no importa, nuestros caminos ya están forjados.

Echaba de menos nuestras charlas, a veces superfluas pero que nos hacían comprender muchas cosas mundanas para sobrellevar los reveses de la existencia por este lugar.

Menos mal, que hemos vuelto hacer amigos, para estar ahí siempre que lo necesitemos, ya que eso para mí es lo más importante.