Sé, mío
Quiero adueñarme
de tu voluntad
donde me entregues
cada parte de ti
seducirte sin prisas
excitar tus pupilas
hacer caer tu cordura
sin siquiera tocarte
y cuando a mi merced
esa mirada lujuriosa esté
descansar sobre tu cimiento
apresándole con el vaivén
de mis caderas
mientras tus manos juguetonas
se deslizan por la autopista
de mi piel ardiente
expuesta ante ti
agitando nuestra respiración
cuando los cuerpos piden más
hasta llegar a la cima de la pasión
cuando entre gritos apagados
explotamos junto al néctar
del deseo.
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