Un segundo
Sonido que inunda la ciudad dormida
sobresalto en mi pecho que me hace estremecer
segundos efímeros
sin vernos
me hizo sonreír,
muy dentro sabía
que quien roba mi hálito
como una ráfaga de aire
en sentido opuesto
se dirigía,
volviendo mis pasos más livianos
con el corazón contento
sonrisa en el rostro
y en el alma
dicha y felicidad.
En un segundo, perdemos o ganamos la inmortalidad de nuestros sentimientos
ResponderEliminarYo prefiero pensar en lo que gano, no en lo que pierdo. Que por otro lado, si se pierde, también puede ser bueno.
ResponderEliminarSi se pierde y es bueno, quizás sea porque aún tenemos esa lucidez que desaparece con los años
ResponderEliminarA la fuerza ... ni la comida es buena.
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