Correspondencia

Esa sonrisa que me recibió

calor que me arropó

un hombro donde llorar

a quien poder acudir

no se puede olvidar

ni dejar atrás

con gratitud lo guardo

en el mejor lugar,

pues aunque 

las vueltas de la vida

hoy los caminos separan

puede ser que

nos volvamos 

a encontrar.

 


Comentarios

  1. A veces son tan maravillosos los reencuentros, como los propios encuentros

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    1. Y aunque no se den, jamás olvidar lo que alguien hizo por ti.

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