Correspondencia
Esa sonrisa que me recibió
calor que me arropó
un hombro donde llorar
a quien poder acudir
no se puede olvidar
ni dejar atrás
con gratitud lo guardo
en el mejor lugar,
pues aunque
las vueltas de la vida
hoy los caminos separan
puede ser que
nos volvamos
a encontrar.
A veces son tan maravillosos los reencuentros, como los propios encuentros
ResponderEliminarY aunque no se den, jamás olvidar lo que alguien hizo por ti.
Eliminarla piel, siempre tiene memoria
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