Sin importar la espera
A merced del destino
recorremos el camino
que a veces nos une
desatando el amor.
No importa el tiempo
el mismo que nos separa
pero también nos regala
dichosos momentos.
Cada amanecer
es una fiesta
que entre caricias
se recibe.
Habrá que esperar
para un anochecer más
pero valdrá la pena
esa dicha que nos da.
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