A merced del tiempo
El tiempo tiene su historia esa que se escribe en la piel deseosa de nuevos capítulos para volver a fantasear. Grita sin complejos sus horas al viento para proclamar que pronto vendrán más. Detiene sus segundos en besos acalorados entre amantes que escondidos disfrutan de un atardecer. Controla los días para volver empezar con caricias prohibidas que duren una eternidad.