Añorada sorpresa
Llega a casa cansada, no quiere pensar, se mete a la cama para desconectar.
Las horas pasan, me he de levantar, intenta gritar.
Arrastra su cuerpo,tras una ducha, se logra despejar.
Se dirige a la habitación, suena el timbre...
- ¿Si? pregunta sin mucho ánimo.
- Soy yo ...
Unos segundos y lo tiene en el umbral de su puerta.
- ¿Tú por aquí?
- Te traigo esto ... te lo debía, le entrega una bolsita, anda vistete que tenemos reserva para cenar.
- ¿Lo dices en serio?
- Si ... te voy a compensar.
Con su mejor sonrisa, se dirigió a la habitación, escogió un vestido negro de tirantes y pronto estuvo lista.
Fueron a un sitio cercano, amena velada, luego unas copas.
La hizo sentir "como antes".
Pasaba la media noche, cuando salieron del local.
- Te acompaño a casa.
- No te preocupes, estamos cerca.
- Si me dejas, dormimos juntos
Como respuesta un beso apasionado y con otros similares hicieron el recorrido.
Tras complementarse de esa manera que los hacía únicos, ella preguntó:
- ¿A qué horas pongo el despertador?
- No te preocupes ... con que esté a las 8, me basta.
Se sonrieron y abrazados se tumbaron.
Ella pensaba, que no le había visto coger su móvil en ningún momento, ni llamadas, toda la velada "había sido para ella", su corazón se aceleró y sentir su calor, le daba tranquilidad.
Sonó el despertador... eran las 7, sobresaltada lo apagó, se giró y descubrió que todo había sido un sueño, para ella pensó " Y ahora te despiertas".
Bendito sueño...
ResponderEliminarEl problema que ella pierde la objetividad y cree que es su realidad, luego despierta y es cruel saber que todo lo que ansía solo es parte de una ilusión.
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