Perdón...
Por amarte,
sin importar las condiciones
en esa distancia que me separa
por ese tiempo que no existe.
Por querer,
ese pequeño detalle
cada parte de tu ser
tu sonrisa que me embriaga.
Por desearte,
como único dueño de mi piel
con esa caricia que se vuelve eterna
y un beso que me haga soñar.
Por intentar robarte,
ese pensamiento diario
esa atención perenne
esa vida para mí.
Pobrecita... yo no pediría nunca perdón por amar
ResponderEliminarA veces, ella cree que puede ser malo...
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