Tu voz, mi sosiego
Cálmame con tu voz ese impulso que desborda todo mi interior, volviéndome impotente. Bríndame la paz con palabras que lleguen muy dentro de esta alma hundida. Detén la tempestad creada por cosas efímeras, robando mi tranquilidad. Susúrrame al oído que todo estará mejor cuando nuestros labios se acerquen de nuevo.