Al ritmo de nuestros labios

Se había hecho extensa la distancia, entre tus labios y los míos, que del sabor de tus besos ya solo queda un resquicio, que se niega a desaparecer.

Aunque las noches se hacen  eternas, en mi corazón  la felicidad hace mella, sabiéndote mío a pesar de no ver esos ojos que iluminan mi existencia.

El destino a veces juguetón , da muchas vueltas para reencontar esas almas separadas, pero unidas en un palpitar.

Mis pasos se detienen frente a tí, todo se vuelve inmóvil e inexistente, sólo mis brazos que se cuelgan de tu cuello, para robarte besos y suspiros, deleitarnos en cada roce.

Todo se vuelve real, no parece haber existído distancia entre nuestros cuerpos, que siempre gritan pasión y deseo, cuando rozan la piel.

Resultado de imagen de hada  ardiendo"

Comentarios

  1. El roce de la piel es, la mayoría de las veces, equidistante a la intensidad de una mirada...produce el mismo escalofrío...ese que nos derrite por dentro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo es complemento, cuando un sentimiento es intenso y sobre todo verdadero.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares